Durante el proceso opositor cada día es una batalla y tenemos que dar lo mejor de nosotros mismos.
Existen una serie de pequeños cambios, que introducidos de manera adecuada te van a aportar ciertas dosis de energía.
¿Te gustaría elevar tu nivel de energía? ¿Sientes que debes dar más de ti pero no sabes de dónde sacar las fuerzas?
Hay situaciones que recargan nuestra vitalidad y seguro que deseas exponerte a ellos, ya que te van a ayudar a dar lo máximo en tu jornada de estudio. Si quieres ser el Chuck Norris de los opositores te propongo estos 6 tips.
1. Crea hábitos diarios
Busca pequeños actos cotidianos que te pueden hacer sentir bien y haz de ellos un hábito que te permita recargar tu energía y, a la vez, evadirte del estudio. A quién no le gusta la sensación de bienestar tras hacer deporte, de charlar un rato con tus seres queridos y decirles que les quieres o de tomar una infusión.
Herramienta para subir tu energía
Haz una lista de cosas que te hacen sentir bien e intenta introducirlas de manera rutinaria en tu día a día. En la mía están, entre otras, pasear con mi pareja, tomar algo con los amigos, leer en mi terraza, hacer deporte… Deja volar la imaginación y apunta las tuyas.
2. Eleva el nivel de lo que consideras aceptable
Establece límites claros en todos los ámbitos de tu vida. En el ámbito alimenticio ingiere solo lo que te aporte lo necesario para estar al 100% en esta carrera de fondo y elimina los alimentos fritos, harinas refinadas o la grasa animal.
Si estás trabajando el oral, perfecciona tu discurso hasta que haya alcanzado en tu opinión o en el de alguien de confianza, como por ejemplo tu preparador, el nivel de excelente.
César Bona cuenta en su libro «La nueva educación» cómo le dice a sus pequeños alumnos que deben ensayar sus exposiciones orales con sus padres hasta que, literalmente, huyan de ellos.
Ponte más pesado que el cuñado de Rocky, busca la excelencia en todo lo que haces y no toleres «cualquier cosa».
Herramienta para el crecimiento
Haz una lista con las conductas que te gustaría adoptar de las personas que consideres ejemplos a seguir en su organización para el estudio, que hayan destacado en su prueba oral o que lleven los temas muy bien repasados. Prueba a adoptarlas, modelarlas a tu gusto y mejora en las facetas que creas que debes hacerlo.
3. Todo puede ser positivo, incluso lo malo
¿Te has quedado en blanco en tu exposición oral de la academia? ¿Te agobia llegar al final de tu jornada de estudio y no haber terminado con lo planeado? ¿No te acuerdas como te gustaría de los primeros temas que te estudiaste?
Intenta aceptar tus emociones, siente la decepción, la frustración o el fracaso, sumérgete en los sentimientos, asúmelos y sal de ellos, déjalos ir. Ahora es el momento de buscar el lado positivo, todo fracaso es una oportunidad de aprendizaje, como decía Henry Ford: El fracaso da la oportunidad de comenzar de nuevo en una manera más inteligente.” — Henry Ford.
Primera quincena de julio de 2005, llega mi primer fracaso en las oposiciones al cuerpo de maestros de la Junta de Andalucía. Tras comprobar que había suspendido la primera prueba en el tablón de anuncios, abandono el colegio donde nuestro tribunal tenía la sede con más mala cara que Marco el día de la madre. Devastado por mi resultado, lloro en mi casa, a solas. Días después encuentro las fuerzas necesarias para asistir a la revisión de mi examen. Una señora, miembro del tribunal me atiende amablemente y me comenta que la caligrafía de mi texto escrito no está a un nivel considerado legible y que otro tribunal, en su caso, no lo hubiese leído. En principio salgo contrariado por las explicaciones recibidas, pero poco después comprendo que la presentación de mi examen escrito debía mejorar, no podía permitir que mi letra echara por tierra el trabajo de todo un año. Comienzo a cambiar mi grafía, el tamaño y una serie de pautas que podrían cambiar los folios entregados de no legibles a ser atractivos para la persona que lo corrige. Y creo que lo consigo, porque en dos años, 2007, mi nota aumenta con creces, lo que me da el derecho a entrar en la bolsa de interinos en noviembre de ese mismo año.
«El fracaso da la oportunidad de comenzar de nuevo en una manera más inteligente.” — Henry Ford
4. Haz cada día algo que te haga ilusión
Anótalo en el calendario y asegúrate de tener cada día algo que puedas hacer tras tu trabajada jornada de estudio. Por ejemplo: un paseo por el parque, vuelta en bicicleta, ver un capítulo de tu serie favorita antes de dormir, quedar el fin de semana para tomar algo con tus amigos, toma un baño relajante, observa la puesta de sol, escribe tu diario, comparte merienda en el trabajo, jugar a tu deporte favorito, toma algo después de estar todo el día estudiando, compra una revista o vete de tapas un nuevo bar.
A mí me gustaba pasear desde la sala de estudio a mi casa, me relajaba, podía reflexionar sobre lo que había hecho esa tarde y a la vez mi cuerpo se soltaba del agarrotamiento de la silla. Otras veces, cuando llegaba el buen tiempo, me sentaba en algún bar a tapear, en vez de cenar en casa. Este pequeño oasis en mi jornada colmada de trabajo y estudio, me hacía desconectar, a la vez, que recargaba pilas y me llenaba de fuerzas para el día siguiente.
5. Aplica la técnica del Feng Shui en tu lugar de estudio
Las técnicas del Feng Shui están destinadas a sacar la máxima energía de los lugares, sitios o habitaciones mediante la decoración y la distribución de los espacios. Talane Miedaner nos habla de varias pautas a seguir en su libro Coaching para el éxito, te comento algunas de las que he aplicado y recomiendo que hagas en tu lugar de estudio.
- Tapa o aléjate de ventanas con vistas al cementerio o a un hospital, también evita las que no ofrezcan vistas bellas, o den a algún edificio y te puedas distraer. Si lo que ves a través de la ventana de tu habitación para el estudio es más feo que un frigorífico por detrás, aléjate de ella o tápala con unas bonitas cortinas. Si puedes tener una vista hacia algún elemento de la naturaleza, mejor.
- Elimina todo desorden y suciedad de tu lugar de estudio. El desorden hace que nuestra energía se evada y eso es precisamente lo que no queremos, deseamos centrar nuestro foco y esfuerzo en mejorar día a día y caminar hacia nuestro objetivo, con paso firme. Se hace necesario eliminar los escapes de energía, y contemplar el desorden de una habitación o un cajón es algo que nos puede cambiar incluso el humor.
Hay veces que he llegado a mi casa y el desorden reinaba por todos lados, en ese momento me sentía más quemado que el cenicero de un bingo, esto no es casualidad. ¿Has notado lo bien que te sientes cuando entras en una habitación que está limpia y ordenada? Parece que te llena de energía, pues eso es precisamente lo que queremos conseguir, que estés más contento que un niño con zapatos nuevos, sin distracciones. Limpia el lugar donde sueles estudiar, tu mesa de estudio… mantén ordenado el estuche que sueles utilizar, las carpetas o la mochila. Comprobarás cómo tu cuerpo y mente se sienten mejor, aparte de ahorrar tiempo en la búsqueda de apuntes que no encuentras o de tu subrayador preferido que no aparece.
- Tener espacio sobrante en las estanterías, el escritorio, los archivadores o en el estuche o cartuchera que uses. Intenta que todo tenga un hueco, si tu carpeta no admite ni un portafolios más pues hazte de otra y así podrás repartirlos. En cada una de ellas habrá hueco para nuevos portafolios, No tendrás la sensación de agobio al ver tu carpeta repleta o el estuche que utilizas que a duras penas puede cerrar, que está más apretado que el traje de un torero y cada vez que buscas el sacapuntas está más perdido que una pulga en un oso de peluche. Crea los espacios necesarios para que lo nuevo pueda entrar. En el arte del Feng Shui las cosas acumuladas hacen que la energía se estanque, tira todo lo que no utilices.
- Ten una papelera a mano en tu sala de estudio y vacíala al terminar el día o al comenzarlo, eso hará que la energía se renueve un día tras otro.
- Repara, reemplaza o descarta todo lo que esté roto o dañado, resta energía. No te pongas más la camiseta que tiene ese pequeño agujerito, aunque sea para estar en casa estudiando. Tira a la basura el lápiz que está mordisqueado o el bolígrafo roto por la parte de detrás.
«cuando aceptes la mediocridad en las cosas pequeñas, empezarás a admitirla en las cosas grandes»— Robin Sharma
Conclusión
Adopta estos pequeños cambios que te harán crecer en vitalidad, tu estado de ánimo va a a mejorar. Quiero que estés llena de vitalidad, vigor y ganas para afrontar tu mayor reto. El desafío más grande con el que nunca te has encontrado, va a cambiar tu vida y el de tus seres queridos más cercanos.
Robin Sharma, autor del best seller «El monje que vendió su ferrari» dice: «cuando aceptes la mediocridad en las cosas pequeñas, empezarás a admitirla en las cosas grandes». Para alcanzar la excelencia es necesario perfeccionar los pequeños detalles, ahí radica la diferencia entre la mediocridad y hacer algo grande. Y tu objetivo lo es, es conseguir algo grandioso.
Suscríbete y sigue todos los artículos que están por venir.
Pingback: Gestión del tiempo en las oposiciones: claves para sacar provecho. – Jonatan Cárdenas
Pingback: La rutina mañanera de la gente exitosa – Jonatan Cárdenas
Pingback: Opositores tóxicos de los que debes huir – Jonatan Cárdenas
Pingback: Ejercicio de visualización para opositores docentes. | Jonatan Cárdenas
Hola Jonathan me parece buena idea tu método de repasar yblo voy a intentar pero hasta qué no te sepas todos los temas no se puede poner en práctica no? Porque como vas estudiando al principio con tantos temas que estudiar y qué repasar? Además como lo haces porque hay días que sólo sería repasar y no avanzarían nad además repasar dos grupos juntos de temas, cuántas horas tenías. Los sábados y domingos entran en tu método de repaso